Hace ya tiempo que empecé estas líneas, de aquella manera en ese instante, en que punzante corazón lleno de lagrima viva derramada por la nada, dijo: “Amigo, hasta aquí hemos llegado tu y yo. O te miras al espejo, o seré yo el que te ponga las esposas”. Y escribí. Y lo borré. Porque era un desahogo con sentido pero carente de ilusión. O ilusión había pero no la entendía. Pero amigo, heme aquí ahora encontrando el sentido a lo que no siento sentir y que sin embargo siento. Y eso que siento es lamento, es desahogo, es sexo… Es muchas cosas, pero acaba en una sola: “Ser feliz es tan sencillo como planteárselo”.
Creo que ahora nos ha dado a todos por ser felices, o al menos, intentarlo.
ResponderEliminarSuerte con lo tuyo :)
Y con lo tuyo de igual modo.
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